Si te gusta la fotografía y tienes la suerte de convivir con una mascota, o más de una, tendrás los modelos perfectos para lograr las fotos más tiernas y divertidas. Eso sí, haz fotografías y más fotografías y, sobre todo, tómatelo con calma.
Seguro que hay miles de momentos que se han quedado en tu retina y que no has llegado a captar. Sus gestos y movimientos son muy rápidos y, lamentablemente, no siempre tenemos la cámara a mano.
Ten en cuenta que la mejor imagen es la que está captada en el momento adecuado y no siempre con el mejor equipo.
Las escenas cotidianas en casa, durante los paseos, tiempo de ocio y vacaciones dan mucho juego. El límite lo pone tu imaginación, siempre cuidado vuestra seguridad y bienestar. ¡Ninguna foto merece arriesgar su seguridad o la tuya!
Si pones en práctica estos consejos es posible que te ayuden a lograr la imagen deseada:
Procura utilizar luz natural y, si es en exterior, evita las horas de mayor sol. Lo mejor son días nublados, el amanecer, el atardecer y los espacios de sombra.
El flash no es buen aliado. Normalmente los asusta y, además, transforma el color de sus ojos y pelaje.
Ellos se mueven muy rápido. Por eso la velocidad es importante y, para lograrla, es necesario contar con la luz adecuada. A mayor velocidad de disparo más posibilidades tendrás de captar correctamente la imagen deseada. Si tu cámara lo permite utilizar el modo ráfaga siempre es una buena opción.
Procura ponerte a su altura, que el objetivo esté a la altura de su cara. Te ayudará a captar su mirada, su expresión, su personalidad. Si su pelo y ojos son oscuros o negros tener en cuenta este aspecto es todavía de mayor importancia.
Si lo que pretendes es una foto concreta, un posado, ármate de paciencia. Conviértelo en un juego, que resulte divertido. Es una buena forma de fomentar el vínculo. Deja que se mueva y muévete tú, busca distintos ángulos.
Juguetes y golosinas te pueden ser de gran ayuda. Hay perros que literalmente se transforman frente a una cámara mientras tú, probablemente te sientas como un pulpo mientras sujetas la cámara, le das las indicaciones y atraes su atención con su juguete favorito o una golosina.
Los retratos de mascotas no son de los más sencillos pero, como todo, es cuestión de práctica por ambas partes.
Una forma de comenzar tranquilamente puede ser mientras está descansando. Los gatos, por ejemplo, nos obsequian con unas poses imposibles que resultan tremendamente fotogénicas.
¡Anímate a hacer clic y disfrutad del momento!