Somos Pet Friendly solicita ayuda para que se aclaren algunos puntos de la ordenanza municipal que dificultan su cumplimiento. Las cacas no recogidas y los orines en las fachadas son dos de los puntos más candentes de la convivencia con canes urbanitas. Pedimos por favor que se multe a esa minoría que no recoge las deposiciones de sus canes. Un estudio publicado hace meses revelaba que A Coruña está entre las ciudades que menos han sancionado por este motivo y ¡queremos que se multe!. Resulta muy injusto que por el comportamiento incívico de una minoría se demonice a todas las personas convivientes con canes. El acto incívico que no recoger las cacas de un solo can supone una media de 20 a la semana y unas 1.000 al año en las calles de la ciudad.
Se prohíbe el uso de papeleras
Tal y como se aprobó en Pleno el pasado jueves, en cuanto entre en vigor la nueva ordenanza será obligatorio echar las bolsas con las deposiciones caninas en los contenedores de orgánico y estará prohibido el uso de papeleras, a pesar de que muchas de ellas diferencian entre orgánico e inorgánico.
El problema es que los contenedores de orgánico tienen una pegatina en su parte superior que prohíben su uso durante el día. ¿Qué se debe hacer entonces para cumplir la ordenanza? ¿Hacer caso omiso de la restricción horaria o seguir utilizando las papeleras? Por otro lado, las zonas más turísticas de la ciudad y las más frecuentadas para pasear con perros carecen de contenedores de fácil acceso.
Por ejemplo, el paseo marítimo entre el hotel Riazor y la Torre de Hércules no tiene ni un solo contenedor en el propio paseo, supone cruzar a la otra acera o buscar en calles perpendiculares.
De la rosaleda al Castillo de San Antón solo hay contenedores: detrás de la Autoridad Portuaria y en Puerta Real, para ello hay que saber donde están.
Si ya puede resultar complicado para un residente ¿qué ocurre con los visitantes y turistas de una ciudad declarada pet friendly?
Botella con agua
Estamos totalmente de acuerdo con esta medida, pero necesitamos también ayuda en este aspecto. La mayor parte de las fuentes de la ciudad funcionan mal y muchas de ellas carecen de servicio de agua desde la pandemia. Esto supone tener que salir de casa con agua para que los canes beban y, además, para limpiar sus orines. Es importante tener en cuenta que al ir en compañía canina no es posible entrar en establecimientos para comprar agua y, con la entrada en vigor de la nueva Ley, dejar en perro en la puerta es motivo de sanción.
Para los paseadores de perros este cumplimiento se convierte en tarea más que complicada. Desde el hotel Riazor hasta la Torre de Hércules solo funciona una a la altura de los surfistas y otra frente a la cárcel. Por cierto, acceder a la de los surfistas supone cruzar el carril bici sin paso de peatones.
Solicitud de reuniones antes de la entrada en vigor de la normativa
Mónica Cubeiro, directora de Somos Pet Friendly, está a la espera de respuesta a las solicitudes de reunión urgente tanto, por registro, con la Concejala de Medio Ambiente como por correo electrónico con los representantes de la oposición.
Necesitamos ayuda e indicaciones claras para cumplir y demostrar que es posible una convivencia cívica y armoniosa en nuestra ciudad, con un comportamiento que se ajuste a la legislación y a la normativa.
La normativa recién aprobada, aunque se refiere a la tenencia de animales, afecta a la convivencia de todos, no solo a las familias convivientes con los más de 30.000 canes censados en la ciudad.
Entre todos tenemos la responsabilidad de reducir y evitar, en la medida de lo posible, la crispación social actual en lo que a convivencia con perros se refiere.
Es preciso aportar todas las patas posibles para lograr una convivencia más armoniosa y facilitar el bienestar animal.