A partir de hoy toda persona que pasee con perros por la vía pública o espacios privados de uso público debe adoptar las medidas necesarias para evitar que éstos las ensucien con sus deposiciones y micciones. A tal efecto, deberá llevar consigo una botella de agua para minimizar el impacto de las micciones. Este líquido deberá echarse sobre la micción inmediatamente después de producirse.
Se trata de una de las modificaciones más comentadas junto con la playa de Bens que pasa a tener la consideración de “playa canina”. A esta playa podrán acudir durante todo el año las personas usuarias acompañadas de sus perros, pudiendo permanecer sin correa, debiendo mantener en todo momento un control permanente y directo de los animales, de forma que no produzcan molestias a otras personas usuarias. Quien acuda en compañía de sus animales deberán recoger sus excrementos inmediatamente después de que se produzcan.
Al tratarse de una modificación parcial de la ordenanza quedan muchos temas pendientes que, según el Gobierno Local, se abordarán después de la actualización de la legislación autonómica para adaptarse a la ley de bienestar que entró en vigor a finales del mes pasado