Esta tarde Ney, el perro de la Plaza de Lugo, volvía a lucir su cartelito al cuello. Un homenaje anónimo a este querido símbolo de la ciudad.
Han pasado casi seis años, pero continua resultando extraño pasar por la Plaza de Lugo y no encontrarse con el bonachón «Mariscal» que disfrutaba saludando y dejándose acariciar por todos.
Ney, el inseparable compañero de Marisol, durante mucho tiempo fue el perro más fotografiado de la ciudad y uno de los primeros en tener su propio grupo de facebook.
Para muchos niños visitar a Ney a la salida del colegio era una cita imprescindible y, como no dudaban en compartir su merienda con él, Marisol se vio obligada a colgarle un cartelito para ayudar a controlar su peso, como el que ahora luce la escultura de bronce que lo recuerda.
Amigo Ney, hoy y siempre en nuestro corazón.
