En casa los peludos eligen su nombre

Cuando el okupa peludo llegó a casa había pensado llamarle Sacha. A él no debió de gustarle ya que cuando le llamaba no hacía ningún caso.

Así que decidí usar el mismo sistema que había utilizado cuando llegó a casa Bruno, mi primer okupa peludo….

Puse al recién llegado en el suelo y comencé a decir posibles nombres al azar hasta que se me ocurrió decir Tomás, él levanto su cabeza y presto atención. Desde ese día, cada vez que decía Tomás él respondía acercándose, o mirando… y, desde entonces, Tomás es su nombre.

Marga