Llama a la policía ¡No me secuestres!

Soy un perro. Así nací y lo seguiré siendo. Convivía con una familia a la que adoraba, hasta que un día, en un descuido suyo, decidí salir de casa para explorar mundo. No sé cómo volver. Sin duda alguna mi familia me está buscando y no parará hasta que vuelva a casa.

Soy un miembro no humano de una familia que me quiere, me cuida y me respeta. ¿Por qué pones tan difícil que podamos reencontrarnos?

Hay muchos perros esperando familia, yo ya formo parte de una y no es la tuya.

¿Eres consciente de las consecuencias legales de llevarme a tu casa y no decir que estoy contigo?

Soy un perro, no un niño. Lo tengo claro y no me gustan las comparaciones ¡siento orgullo de ser perro!

Sólo por esta vez me voy a permitir la comparación para una simple pregunta ¿si te encuentras un niño solo y asustado en la calle te lo llevas a casa o llamas a la policía? Quiero pensar que tu respuesta es un contundente «llamo a la policía».

Entonces, si la ley lo establece también para nosotros, ¿por qué las personas que encuentran perros solos, como yo, se los llevan a su casa? No lo entiendo. Aunque perros, formamos parte de una familia humana que nos quiere y nos cuida. Y si no estamos, nos buscarán con desesperación hasta reencontrarnos.

Dicen que existe una ley que cuida y garantiza nuestros derechos y, según ella, cuando te encuentras un perro has de llamar a la policía para que pasen a recogernos y contacten con nuestras familias para volver a casa.

Es cierto que algunas veces nos llevan a un centro de acogida durante el proceso, puede gustar más o menos, pero es así. Si me hubieran llevado allí ya estaría desde hace tiempo en casa, con mi familia.

En mi caso no me llevaron a ese lugar porque no llamaron a la policía. Me secuestraron, me llevaron a una casa que no conocía y no dijeron nada a nadie. Pasaron días hasta que aburrió la novedad. Entonces, me hicieron una foto y la publicaron en RRSS diciendo «perro abandonado en adopción» ¿¿¿Qué me estás contando???? ¿abandonado? ¿en adopción?

  1. No soy un perro abandonado. Me he escapado en busca de aventuras. Mi familia me está buscando. Mi familia nunca me abandonaría.
  2. Tengo microchip con todos los datos actualizados y una familia humana que me está buscando.
  3. ¡Tú me has secuestrado!. No has notificado a nadie que «me acogiste». ¡Tú no puedes darme en adopción!. Quiero volver con mi familia. Mi familia humana me está buscando.

¿Sabes la cantidad de perros y gatos que pasan por lo mismo que estoy pasando yo? ¿La cantidad de personas que creen estar ayudando cuando en realidad están haciendo daño?. ¿La cantidad de personas que día a día infringen la ley e impiden que las familias se reencuentren con sus animales extraviados?. ¿La cantidad de personas que supuestamente tramitan adopciones y no están capacitadas para ello?.

¿Quien eres tú para juzgar? ¿En qué te basas? El que me hayas visto todo sucio y un poco delgado no quiere decir que me hayan maltratado, solo es consecuencia de mi aventura.

¿Sabes que hay una Ley que nos protege y dice como actuar en estos casos? Una Ley que establece plazos y regula las entidades que nos pueden ayudar.

¿Y si el de la foto en vez de ser yo fuera tu perro? ¿Te gustaría que lo secuestraran? ¿No volver a verlo jamás o tener que esperar hasta que se aburran de él?

Ayudar es muy loable, pero es importante saber como hacerlo. Si tienes dudas, pregunta a quien sabe o simplemente échale un ojo a la legislación vigente. Puedes verla haciendo clic aquí: Ley 4/2017, de 3 de octubre, de protección y bienestar de los animales de compañía en Galicia.

Quiero volver a casa. Por favor, no me secuestres ¡llama a la policía!